El Peso del Mundo...
Y qué pasó con el mundo que nos unía, pasando juntos todos los males?
Los males que se volvieron infiernos, y las cosas buenas que se volvieron males. Ya no se puede más: el peso del mundo cargado sobre los hombros de un solo hombre. La antipatía, que tal vez no se deja ver, pero presente está.
No me importa ver en la calle. No me importa si está enfermo. No me importa si tiene hijos. No me importa si es importante, y mucho menos me importa si no es nadie.
Si no existiera la antipatía, el peso del mundo estaría repartido por igual, y todos llevaríamos ese pedacito de amor terrenal que el mundo nos repartió.
Pero no es así. Nos subimos a una terrible oscuridad donde no hay más poder que el mal. Ellos no comen. Ellos no duermen. Ellos son pobres. Ellos… ellos, que solo se llevaron la peor parte del mundo: estar abajo.
Y no pueden hacer nada, porque estar abajo es sostener. Y si no hay quien sostenga, todo se derriba. Y si se derriba…
Así que necesitamos de los que decimos no necesitar. Necesitamos esa empatía que nos hace seres humanos.
Alexandra.




